FACILITADORA (SARA RODRÍGUEZ REDONDO)

¡Hola chicos! Esta semana me ha tocado a mí ser “la jefa” del grupo.

Entre las funciones de este rol se encuentran las de animar, motivar a mis compañeras, corregir sus entradas o distribuir las tareas para que el trabajo en grupo sea más sencillo.

Pero sinceramente, no he llegado a hacer estas funciones de forma plena, tan sólo la de corregir las entradas de los demás roles (cosa que también hacen las demás independientemente de sus roles, ya que seis personas ven más que una… aunque la última palabra esta semana era la mía.)

Con esto no estoy diciendo que no haya cumplido con mis responsabilidades como facilitadora, sino que mis compañeras me ayudaban a hacerlo. Ellas no aceptaban sin más lo que yo decía, sino que opinaban, daban ideas, y ayudaban a hacerlo todo más fácil.

Y desde mi punto de vista esto es lo que conforma de verdad un grupo. Que una persona le esté diciendo a (en este caso) otras cinco lo que deben hacer y cómo hacerlo no nos ayuda a progresar, sino que cada vez trabajaríamos de una forma distinta y no sabríamos en qué fallamos y qué mejorar.

Esta semana el proyecto era crear una actividad para cualquier rango de edad, que estuviera orientada hacia el aprendizaje de los buenos hábitos dentro de las redes sociales.

La actividad de nuestro grupo consistía en la creación de una red con dos ovillos de lana (uno rojo y uno azul) en el que cada uno de los colores representaba algún aspecto positivo o negativo de las redes sociales. Los ovillos se los iban pasando aquellos que estuvieran “jugando”, y tras la creación de la red se les explicaba que representaba la gran red de internet. Además, también hicimos un vídeo de dibujos con el que la estrella hacía una pequeña introducción al tema a tratar.

Mis compañeras y yo hemos trabajado bastante duro en este trabajo y le hemos echado muchas horas, pero no nos ha resultado tan pesado como otros.

Este proyecto nos permitía ser creativas y en eso nos hemos centrado, en la obtención de una actividad entretenida, con la que se pudiera aprender pero que no se convirtiera en algo pesado para los compañeros del grupo al que la estrella se lo tenía que hacer, y personalmente pienso que eso lo hemos conseguido.

Se acabó para mí lo de tener la última palabra. ¡Hasta la semana que viene!